Parque Natural de Sintra – Cascais: descubriendo los alrededores de Lisboa

Sintra - Palacio da Pena

Lisboa es una ciudad fascinante con muchísimas cosas que ver. Pronto os daréis cuenta de que su pequeño tamaño permite recorrerla en poco más de dos días. En caso de sobraros tiempo tenéis dos posibilidades, ambas igual de buenas. Por un lado, podéis dedicaros a seguir explorando la ciudad sin prisas, buscando rincones menos turísticos pero igual de interesantes que los que ya habéis visto. O, si os apetece descubrir cosas nuevas, podéis organizar una interesante visita de un día completo al cercano Parque Natural de Sintra – Cascais. Es una zona preciosa en la que abundan palacios, castillos y pueblos encantadores en mitad de un bonito paisaje. Su gran proximidad a la capital portuguesa hace que esta zona sea perfecta para cambiar un poco de aires.

A continuación os damos más información sobre esta zona y sobre todo lo que podéis hacer una vez allí. Notaréis que este post no lo acompañamos con demasiadas fotos. De muchos de los lugares que mencionamos no tenemos ninguna. Esto se debe a que las fotos que hicimos la última vez que estuvimos allí no quedaron demasiado bien, pero alguna hemos podido rescatar para mostraros lo bonitos que son los alrededores de Lisboa.

Parque Natural de Sintra – Cascais

A menos de 40 km de Lisboa, este parque natural ofrece multitud de posibilidades en función de la cantidad de tiempo disponible. La mayoría de visitantes tan solo dedica un día a conocer la zona. No obstante, la cantidad de rincones que se pueden visitar haría aconsejable dedicarle hasta 2 o 3 días en exclusiva, siempre que eso fuera posible. Como sabemos que no suele ser lo más habitual, os recomendamos empezar por visitar Sintra y los palacios más cercanos a ella. A partir de ahí podéis ir añadiendo o quitando lo que más os interese en función de vuestra disponibilidad.

En este mapa podéis ver la localización del Parque Natural de Sintra – Cascais y su proximidad a Lisboa

Huelga decir que el Parque Natural de Sintra – Cascais ofrece mucho más de lo que nosotros vamos a enumerar a continuación. Os daremos una orientación general de lo que podéis encontrar allí, pero ya sabéis que la mejor forma de conocer un lugar es perderse un poco y explorarlo por cuenta propia.

En esta imagen más detallada podéis ver dónde se localizan los principales puntos de interés del Parque Natural de Sintra – Cascais

Cómo llegar hasta allí

Llegar al Parque Natural de Sintra – Cascais no puede ser más sencillo. Tanto en vehículo particular como en transporte público, la población de Sintra es el punto de partida ideal desde el cual explorar los alrededores.

En coche:

Si bien es cierto que llegar a Sintra en transporte público es facilísimo, para moveros por la zona lo más práctico es sin duda el coche. Hay autobuses que comunican Sintra con algunos de los principales palacios, pero no llegan a todas partes. También tenéis la opción de ir a pie a través de las rutas de senderismo que conectan los principales puntos de interés de la zona, pero eso supone invertir una cantidad de tiempo y esfuerzo de los que no todo el mundo dispone. Si habéis llegado a Lisboa en vuestro propio vehículo, entonces no dudéis en acercaros al Parque Natural de Sintra – Cascais en él.

Problemas de aparcamiento

El principal problema que os encontraréis es el aparcamiento, especialmente en el centro de Sintra. Es recomendable llegar temprano para encontrar un hueco donde dejar el coche. En temporada alta o durante los fines de semana es absolutamente imprescindible. No son raros los atascos de tráfico en los días de mayor afluencia de visitantes. Es mejor que vayáis mentalizados por si acaso. Si no tenéis suerte y no quedan plazas libres cerca del casco histórico de Sintra, sabed que cerca de la estación de tren hay un enorme aparcamiento público donde aparcar. Eso sí, luego os tocará andar un poco hasta llegar al centro, pero algo es algo.

En los alrededores de los principales palacios y monumentos hay zonas de aparcamiento. Lo malo es que son bastante limitadas en cuanto al número de plazas. Ya veréis que cuando se llenan la gente aparca directamente en la cuneta de la carretera. En teoría no se puede y hay carteles avisando de ello, pero las autoridades son bastante permisivas al respecto. Aún así, avisados quedáis de que existe el riesgo de una multa o la retirada del vehículo por parte de la grúa (aunque las veces que nosotros hemos ido no hemos tenido absolutamente ningún problema).

En tren:

Sintra cuenta con dos estaciones de tren no muy lejanas la una de la otra: Sintra y Portela de Sintra. La más conveniente es la de Sintra, ya que es la más cercana al centro histórico de la población. Hay dos líneas de tren que llegan hasta aquí: la de Sintra y la de Azambuja. En ambos casos forman parte de la red de trenes urbanos de Lisboa, por lo que el precio es de lo más asequible (2,20€ el billete sencillo) y la frecuencia de paso es muy conveniente. Toda la información sobre este servicio lo encontraréis en la página web oficial de Comboios de Portugal, la empresa que lo gestiona.

Los trenes de la línea de Sintra se cogen en la estación de tren de Rossio. Es la más céntrica y conveniente para la inmensa mayoría de turistas y el trayecto dura unos 40 minutos aproximadamente. Esta estación es una atracción turística más de Lisboa gracias a su impresionante fachada, así que solo por eso ya vale la pena coger aquí el tren a Sintra.

Si optáis por la línea de Azambuja, la estación de tren de Oriente es la que más os conviene. Esta estación es obra del arquitecto español Santiago Calatrava y se diseñó para la Expo 98. Está situada en el Parque de las Naciones, algo alejada del centro, pero si os alojáis por los alrededores os puede venir muy bien.

En autobús:

Aquellos que llegan en tren a Sintra seguramente van a querer visitar algo más que el centro histórico de la población. Para ello es de lo más conveniente la línea de autobús 434, que permite llegar cómodamente hasta el Palacio da Pena y el Castelo dos Mouros. Si vuestra intención es acercaros también hasta la Quinta da Regaleira o el Palacio de Monserrate, entonces el autobús 435 es el que más os conviene. Toda la información sobre precios y horarios los encontraréis en esta página web.

Sintra

Pasear por las callejuelas de Sintra es un auténtico placer. La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y no es para menos. Durante el siglo XIX Sintra se convirtió en el lugar de veraneo preferido de la aristocracia portuguesa, sin duda gracias a su buen clima y a su cercanía a la capital del país. Proliferaron los palacios y las residencias señoriales que a día de hoy constituyen su principal patrimonio cultural.

Desde Sintra se pueden ver las murallas del cercano Castelo dos Mouros

Lo mejor es dar una vuelta por sus calles repletas de tiendas de recuerdos, galerías de arte y restaurantes, descubriendo en cada esquina un rincón más bonito que el anterior. El mejor punto de partida es sin duda la amplia plaza frente a la que levanta el impresionante Palacio Nacional de Sintra.

Palacio Nacional de Sintra

Este palacio se localiza en pleno centro de Sintra, por lo que es imposible no verlo durante vuestra visita a la ciudad. Su fachada blanca es bastante sencilla en comparación con la de otros palacios de la zona, pero lo que sin duda llama poderosamente la atención son sus dos enormes chimeneas cónicas. Este palacio mezcla elementos de distintos estilos arquitectónicos, entre ellos el árabe y el manuelino. El interior del palacio es muy interesante, especialmente la zona de la cocina. Si os apetece visitarlo sabed que la entrada cuesta 10,00€ por persona. Encontraréis más información es este enlace.

Desde el Castelo dos Mouros se tiene una vista panorámica excelente del centro de Sintra. En el centro destaca el Palacio Nacional de Sintra
Cocina del Palacio Nacional de Sintra

Palacio da Pena

Este palacio es una auténtica locura arquitectónica y una visita imprescindible para la mayoría de los que se acercan hasta Sintra. Además del propio palacio, el enorme parque que lo rodea también merece una visita. Pasear por entre la exuberante vegetación y descubrir los rincones más escondidos de los jardines del palacio es de lo más recomendable.

La construcción del palacio es bastante reciente, ya que se remonta al siglo XIX. Sus colores vibrantes, sus peculiares formas y sus excentricidades arquitectónicas le han dado renombre internacional. A nosotros nos parece un pastiche maravilloso, digno de su fama y merecedor de una visita. La entrada cuesta 14,00€ por persona (o 7,50€ si os conformáis con visitar el parque y contemplar únicamente el exterior del palacio). Os aseguramos que serán 14,00€ bien invertidos, ¡es imposible no sorprenderse a medida que se avanza de salón en salón!

Quinta da Regaleira

Este palacio es uno de los más visitados de Sintra. El hecho de encontrarse dentro del casco urbano de la población hace que llegar hasta él sea lo más sencillo del mundo. La Quinta da Regaleria aparece envuelta en un aura de misterio y esoterismo que tiene que ver con su relación con la alquimia, la masonería o los templarios, entre otros. Nada está dispuesto al azar, ni siquiera en los enormes jardines que rodean el edificio principal. Todo tiene su razón de ser y una simbología concreta.

Uno de los rincones de la finca que más atrae a los visitantes es el pozo iniciático subterráneo empleado en rituales masónicos. Sin duda la Quinta da Regaleira constituye una visita de lo más interesante, especialmente para los interesados en las ciencias ocultas. La entrada libre cuesta 6,00€, aunque también podéis optar por hacer una visita guiada por 12,00€. En su página web tenéis toda la información disponible.

Castelo dos Mouros

Muy cerquita del centro histórico de Sintra se erige el Castelo dos Mouros. Este castillo árabe del siglo VIII ofrece unas vistas espectaculares desde sus murallas, que serpentean resiguiendo el perfil rocoso sobre el que se asienta. Del castillo en sí no se conserva gran cosa. Tan solo quedan las murallas con sus torres, una pequeña capilla y un aljibe árabe. Su visita es interesante, pero sin duda lo que hace que valga la pena acercarse hasta él son las vistas que ofrece. En días claros y despejados incluso se puede contemplar perfectamente el océano Atlántico. Ya depende de cada cual valorar si merece la pena pagar 8,00€ de entrada por acceder a este mirador excepcional.

Palacio de Monserrate

Este bonito palacete data del siglo XIX. Fue mandado construir por Francis Cook, un inglés que al parecer sentía debilidad por el exotismo del estilo morisco. Además de visitar el interior del palacio también se puede pasear por los frondosos jardines que lo rodean. Abundan los helechos y las especies tropicales traídas hasta aquí desde distintos lugares del mundo. El precio de la entrada es de 8,00€.

Convento dos Capuchos

Este convento franciscano se fundó en 1560. Es sin duda uno de los lugares más peculiares que se pueden visitar en los alrededores de Sintra. Tanto los jardines exteriores como el interior del convento no tienen desperdicio. La austeridad extrema de la construcción hace difícil imaginar a los frailes viviendo en este convento, pero así fue hasta bien entrado el siglo XIX. Las celdas monásticas, diminutas y húmedas, tienen unas puertas tan pequeñas que obligaban a los monjes a agacharse para poder entrar y salir. A pesar del ambiente algo lúgubre del convento y sus alrededores, nos parece una visita muy interesante y recomendable. La entrada cuesta 7,00€.

Cabo da Roca y Praia da Ursa

En caso de disponer de tiempo suficiente, una magnífica forma de despedirse del Parque Natural de Sintra – Cascais es acercarse hasta el Cabo da Roca. El litoral portugués es una auténtica maravilla y ofrece la oportunidad de contemplar unas puestas de sol épicas. Este es el extremo más occidental de la Europa continental. Desde aquí hay unas vistas insuperables del océano Atlántico y de los acantilados que emergen de él.

Si vuestra visita coincide con la época veraniega no está de más que os acerquéis hasta la Praia da Ursa. Si vais en invierno la experiencia puede ser aún mejor ya que la tendréis prácticamente para vosotros solos. Se trata de una playa completamente virgen a la que se accede por un estrecho sendero. Sin duda el esfuerzo de llegar hasta ella merece la pena. El agua está fría y quizá no lleguéis a bañaros, pero el lugar es de tal belleza que no os importará en absoluto.

Palacio de Queluz

El Palacio de Queluz se encuentra en la población del mismo nombre, muy cerca de Lisboa. Su construcción se remonta al siglo XVIII, tras la reconversión de un antiguo pabellón de caza en el palacio de verano de la familia real portuguesa. Construido en estilo rococó, tiene un aire muy versallesco, con unos jardines muy cuidados y multitud de fuentes ornamentales. La entrada al palacio cuesta 10,00€. Si solo queréis admirar el exterior mientras paseáis por los jardines el precio se reduce a 5,00€. Para llegar al palacio podéis tomar cualquiera de las dos líneas de tren que llevan a Sintra: ambas tienen parada en Queluz – Belas.

Cascais

Esta encantadora población costera se encuentra muy cerca de Lisboa. Eso hace que sea una escapada perfecta para huir del calor veraniego y disfrutar de un día de playa. Para llegar hasta Cascais en transporte público, lo ideal es coger el tren. Desde la estación de Cais do Sodré parten los trenes de la línea de Cascais con destino a esta población. También tienen parada en la vecina población de Estoril.

Además de pasear por el agradable centro histórico de Cascais y de pasar el rato en alguna de sus playas, podréis admirar algunos de los palacetes y casas señoriales más bonitos de la región. Ya en los años 30 del siglo XX Cascais se había convertido en el lugar de veraneo preferido de la jet set internacional y aún se conservan algunas muestras de ese pasado más aristocrático y elitista.

Una buena opción para disfrutar de un bonito atardecer es recorrer el kilómetro y medio que separa el centro de la ciudad de la Boca do Inferno. Dando un agradable paseo pegados a la costa llegaréis hasta esta formación rocosa creada por el embate del mar. Con la mar picada es cuando mejor se aprecia su belleza y mejor se entiende el nombre que recibe.

Ericeira

Otra población costera que merece una visita es Ericeira. Se sitúa al norte del Parque Natural de Sintra – Cascais, algo más alejada de Lisboa. Sin embargo, eso no debería desanimaros a la hora de acercaros hasta aquí ya que es una auténtica preciosidad. Si disponéis del tiempo suficiente no dudéis en aprovechar para visitarla. Además de pasar el día en la playa y disfrutar del pescado y el marisco más frescos, el centro histórico de Ericeira os robará el corazón. En sus estrechas calles de casas encaladas aún se respira el ambiente marinero de este antiguo pueblo de pescadores.

Para llegar a Ericeira lo mejor es el coche. Aquí no hay estación de tren y la única forma de llegar en transporte público es en autobús. El servicio de autobús lo gestiona la empresa Mafrense. En su página web tenéis información sobre los recorridos, los horarios y las tarifas. Los autobuses parten de la estación de Campo Grande en Lisboa y también os servirán en caso de visitar otra joya arquitectónica portuguesa no muy lejana: el Palacio Nacional de Mafra.

Palacio Nacional de Mafra

Esta imponente joya barroca merece una visita aunque solo sea para contemplar su magnífica biblioteca. Su origen se remonta al siglo XVIII, cuando el rey João V prometió fundar un monasterio si conseguía tener un heredero al trono. Lo que debía ser un monasterio terminó convirtiéndose en un enorme palacio con una de las mejores bibliotecas de Europa y toda clase de lujos. La visita guiada (6,00€ por persona) merece totalmente la pena. Además de recorrer los típicos aposentos del palacio también podréis admirar la biblioteca, la farmacia y el antiguo hospital.

Fachada principal del Palacio de Mafra. En el interior no nos dejaron hacer fotos

Sobreiro

Para terminar con nuestro repaso a los mejores lugares que visitar en los alrededores de Lisboa os queremos hablar de Sobreiro y su peculiar aldea en miniatura. La descubrimos por pura casualidad yendo en coche de Mafra a Ericeira. Esta especie de museo etnográfico nos llamó tanto la atención que no dudamos en hacer una parada para verlo más de cerca.

La aldea en miniatura está hecha de barro

Si vais con niños os aseguramos que pasarán un rato de lo más divertido explorando esta pequeña aldea en la que se representan todo tipo de profesiones tradicionales. Todo está hecho de barro y es obra del alfarero José Franco. Incluso podéis aprovechar para comer un delicioso pan con chorizo o comprar algunas piezas de cerámica a muy buen precio. ¡Os prometemos que este lugar no os dejará indiferentes!

En este museo etnográfico se representan escenas de la vida cotidiana con figuras a escala real

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