Zion National Park: un tesoro excavado por el agua

De todos los parques nacionales de Estados Unidos, Zion National Park no es el más conocido fuera de sus fronteras. Nosotros ni siquiera habíamos oído hablar de él hasta que empezamos a planificar nuestro road trip por la costa oeste. Y sin embargo ofrece unos espectaculares paisajes y la oportunidad de hacer unas excursiones fantásticas.

Situado al suroeste del estado de Utah, Zion National Park está a menos de tres horas en coche de Las Vegas. A veces se visita de pasada mientras se va camino de Bryce Canyon National Park, más conocido. Nosotros no tuvimos tiempo suficiente para conocer Bryce Canyon, pero pudimos pasar un día en Zion National Park. Si disponéis del tiempo necesario, desde luego merece una visita.

De camino a Zion National Park

Zion National Park tiene dos zonas bastante diferenciadas: Zion Canyon y Kolob Canyons. En nuestro caso nos centramos en Zion Canyon, que es donde se concentran la mayoría de senderos y de puntos de interés del parque.

El acceso a esa zona del parque se encuentra en la carretera UT-9, justo después de la población de Springdale. Desde el momento en que se accede a la UT-9 se va circulando en paralelo al río Virgin, que es el artífice del hermoso paisaje que contemplamos a nuestro alrededor y que no nos abandonará durante toda nuestra visita al parque.

Utah nos da la bienvenida.
Utah nos da la bienvenida.

Durante buena parte del trayecto desde Las Vegas el paisaje ha sido bastante impresionante. Pero es a partir del desvío hacia la UT-9 cuando se vuelve realmente bonito y cambia completamente. Aquí la tierra es de color rojo intenso y el contraste con la vegetación, que está muy verde por la lluvia que ha caído estos últimos días, es espectacular.

Contemplando de cerca un curioso Joshua Tree. ¡Cuidado que pincha!
Contemplando de cerca un curioso Joshua Tree. ¡Cuidado que pincha!

Fort Zion

Justo a la entrada de la población llamada Virgin (unos 20 km antes de llegar a Springdale) se encuentra Fort Zion, una curiosa tienda de recuerdos que no tiene pérdida. Está decorada como un pequeño fuerte del oeste y es bien visible desde la carretera. Merece una parada de cinco minutos para estirar un poco las piernas y pasar un rato divertido. Si viajáis con niños seguro que les encanta.

Fort Zion

Fort Zion

Springdale

Springdale es la última población que hay antes de entrar dentro del parque. Aquí hay multitud de opciones para alojarse, aunque nosotros no las necesitamos porque solo estuvimos de paso. También encontraréis muchos lugares donde comer algo y un montón de tiendas de recuerdos. Eso sí, todo muy bonito y muy cuidado. Como no habíamos desayunado todavía, nada mejor que probar el Bumbleberry Pie, una tarta con un relleno parecido a los arándanos que está muy buena.

Un poco de tarta para desayunar.
Un poco de tarta para desayunar.

Nuestra visita al parque

Una peculiaridad que tiene Zion National Park es que durante la temporada alta (de abril a octubre) la carretera que atraviesa el parque está cerrada al tráfico para los vehículos particulares. Solo se puede recorrer en unos autobuses gratuitos que tienen distintas paradas a lo largo del recorrido.

Fuente: U.S. National Park Service
Fuente: U.S. National Park Service

En el mapa que os mostramos os hemos señalizado con un punto rojo los tres lugares del parque que visitamos. Por un lado está Springdale, la puerta de entrada a Zion National Park. Allí es donde hay que dejar el coche y coger el autobús. El punto rojo de arriba del todo es el Temple of Sinawava. Y el tercer punto rojo es la excursión que hicimos antes de marcharnos del parque, el Canyon Overlook Trail. A continuación os contaremos lo más destacado de cada lugar, pero hemos creído oportuno mostrarlo en un mapa para que os hagáis una idea.

En la página web del parque os podéis descargar el mapa, y también encontraréis mucha más información disponible. Nos hubiera gustado acercarnos a ver las Emerald Pools y hacer la excursión hasta Angels Landing, pero otra vez será.

Temple of Sinawava

Dejamos el coche a la entrada del parque, aunque al llegar a media mañana está todo bastante lleno y nos cuesta un poco encontrar un hueco libre. Allí mismo nos subimos al shuttle bus y nos bajamos en la última parada: Temple of Sinawava.

El trayecto hasta aquí es muy ameno. El autobús recorre la carretera principal del parque en medio de un paisaje cada vez más bonito. La carretera se va encajonando entre imponentes moles de arenisca roja con nombres tan evocadores como «El Gran Trono Blanco» o «Los Tres Patriarcas». El cañón excavado por el río Virgin se va estrechando cada vez más hasta llegar al Temple of Sinawava. Aquí termina la carretera y solo se puede seguir a pie.

Zion National Park

El contraste entre el color rojo de la roca y el azul intenso del cielo es increíble. Nos bajamos del autobús un poco sorprendidos. No esperábamos que fuera tan bonito y nos alegramos mucho de no haber dejado de lado este parque nacional.

Zion National Park

Riverside Walk

Aunque en Zion National Park se pueden hacer muchas excursiones, nos tenemos que limitar a una bastante corta y sencilla a causa de la falta de tiempo. Optamos por recorrer el Riverside Walk, que parte desde el Temple of Sinawava. Se trata de un agradable paseo junto al río Virgin de tan solo 3,5 km entre la ida y la vuelta. El sendero es completamente llano y apto para cualquiera. Precisamente por eso se trata de uno de los más populares del parque y lo encontramos muy concurrido.

Zion National Park

Comprobamos que el río, que suele presentar una imagen mucho más idílica en las fotos, baja lleno de barro a causa de las intensas lluvias que ha habido por esta zona en los últimos días. De hecho, hay personal del parque con palas que está todavía terminando de limpiar el barro del sendero, que se vio afectado por la crecida del río.

Zion National Park

No obstante, el paisaje sigue siendo impresionante, especialmente por el contraste de colores entre el azul intenso del cielo, el rojo de la roca y el verde exuberante de la vegetación. Todo esto unido a la estrechez del cañón abierto por el río hace que el paseo merezca la pena.

Por el camino aprovechamos para hacer una pausa para comer junto a una pequeña playa de guijarros que encontramos en la orilla del río. Sentados sobre un tronco a la sombra nos comemos nuestros bocadillos mientras nos relajamos y admiramos las vistas.

The Narrows

Finalmente llegamos al punto final del recorrido de Riverside Walk. Aquí termina el sendero y empieza una de las excursiones más populares y emocionantes que se pueden hacer en el parque: The Narrows. Ya no existe ningún camino, pero eso no quiere decir que no se pueda seguir adelante. A partir de aquí hay que andar por el cauce del río, con el agua hasta la rodilla y con cuidado de no resbalar o torcerse un tobillo con las rocas.

El inicio de The Narrows.
El inicio de The Narrows.

Es una excursión bastante larga, de unos 15 km entre la ida y la vuelta, y se necesita un mínimo de forma física para realizarla. Eso sí, por lo que hemos leído es absolutamente increíble. Nos hubiera gustado poder hacerla si hubiéramos tenido tiempo. Pero en vista de lo crecido que todavía iba el río y de que no se veía nada a través del agua completamente marrón, nos pareció un tanto imprudente por parte de los que se metían en el río en esas condiciones.

Así que ahora tocaba dar marcha atrás y volver por donde habíamos venido. Menos mal que siempre se puede contar con la compañía de alguna ardilla para que te haga más ameno el camino.

Las ardillas campan a sus anchas por esta zona del parque.
Las ardillas campan a sus anchas por esta zona del parque.

Canyon Overlook Trail

Después de tomar de nuevo el autobús y volver al aparcamiento donde habíamos dejado el coche, emprendemos el camino hacia la salida del parque. En un punto determinado hay que atravesar un largo túnel después de un tramo de carretera lleno de curvas. Justo a la salida del túnel, que si te descuidas te pasas de largo, hay una pequeña zona de aparcamiento para los que quieren hacer otra bonita excursión.

Se trata del Canyon Overlook Trail, que lleva a un mirador con unas vistas espectaculares del cañón. El sendero es bastante corto (1,5 km entre la ida y la vuelta) y el paisaje que se ve desde el mirador te deja sin palabras.

Las vistas merecen la pena, incluso con el sol de frente.
Las vistas merecen la pena, incluso con el sol de frente.

Sin duda es una caminata que vale la pena hacer. El sendero es bastante estrecho y en algunos puntos pasamos junto a unas caídas verticales que ponen los pelos de punta, con pasarelas de madera para cruzar por encima del precipicio.

Zion National Park

Zion National Park

Zion National Park

Todo el recorrido está salpicado por árboles de formas retorcidas y curiosas formaciones rocosas.

Zion National Park

Zion National Park

Zion National Park

Sin duda es un buen punto final a nuestro breve paso por Zion National Park.


Desde aquí nos dirigimos a nuestra siguiente parada en el camino: Page, en Arizona. Allí se encuentran dos maravillas de la naturaleza como son Horseshoe Bend y Antelope Canyon. Estamos ansiosos por ver qué nuevas aventuras nos aguardan en este viaje.

Una respuesta a “Zion National Park: un tesoro excavado por el agua”

  1. […] de sus rincones más bonitos. Hemos visitado los parques nacionales de Yosemite, Death Valley, Zion, Grand Canyon, Olympic, Mount Rainier, Glacier, Yellowstone, Grand Teton y Badlands, además de […]

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