Arrowtown, Cromwell y Clyde

En esta etapa de nuestro road trip por Nueva Zelanda vamos a visitar tres poblaciones con algo en común: su pasado minero. La fiebre del oro que se apoderó de esta región en el siglo XIX dejó su huella en forma de asentamientos mineros y pequeñas poblaciones que han sabido preservar su legado histórico. Se trata de las poblaciones de Arrowtown, Cromwell y Clyde. Aunque la última es perfectamente prescindible, tanto Arrowtown como Cromwell merecen muchísimo la pena. Lo mejor de todo es que ambas quedan de paso si vuestra ruta incluye las ciudades de Wanaka y Queenstown, como fue nuestro caso. Os contamos más a continuación.

Arrowtown
1: Wanaka; 2: Cromwell; 3: Arrowtown; 4: Queenstown
Arrowtown
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Cromwell Heritage Precint: un pueblo salvado de las aguas del río Clutha

Llegamos a Cromwell procedentes de Wanaka. El paisaje que vamos viendo a medida que avanzamos por la SH6 es eminentemente rural. Extensiones de viñedos y campos de frutales se alternan con bodegas y sidrerías. Muchas de ellas ofrecen degustaciones, por si estáis interesados. La primera parada la hacemos en el i-SITE, donde conseguimos un plano de la población. Se encuentra junto a un centro comercial al aire libre, donde también está el Cromwell Museum. No lo visitamos porque a esa hora de la mañana estaba cerrado, así que no sabemos si merece la pena o no.

Lo que no os podéis perder es el distrito histórico de Cromwell. La construcción de una presa en Clyde (población que visitaremos a continuación), completada en 1992, supuso la creación del lago Dunstan y la inundación del antiguo centro histórico. Por suerte, mientras se edificaba la presa, se llevó a cabo un ambicioso proyecto que permitió preservar la mayoría del patrimonio histórico. Algunos edificios se trasladaron a una zona más elevada, mientras que otros se reconstruyeron pieza a pieza. Actualmente todos estos edificios forman un precioso museo al aire libre de acceso totalmente gratuito.

Un distrito histórico precioso

Las casas que se conservan son muy bonitas y están cuidadísimas y llenas de detalles. La mayoría son pequeñas tiendas que no venden los típicos recuerdos baratos y fabricados en serie, sino artesanía o arte local. Otros edificios se usan a modo de museo y en su interior se recrean distintos ambientes de la época. También hay restaurantes y cafeterías en los que entrar a tomar algo. Aquí os dejamos el enlace a la web oficial con toda la información sobre las distintas edificaciones que se conservan.

Arrowtown
Arrowtown

Cuando terminéis de verlo todo os podéis sentar un rato a descansar disfrutando de las vistas al lago. Nosotros fuimos a primera hora de la mañana y había muy poca gente, así que pudimos disfrutar de la visita a Cromwell sin prisas ni agobios.

Clyde: un destino popular para los amantes de la bicicleta

Tras la visita a Cromwell (y antes de irnos hacia Arrowtown) decidimos acercarnos hasta la pequeña población de Clyde. Está a tan solo 26 km y durante todo el trayecto la carretera SH8 va paralela al lago Dunstan, estrecho y alargado, lo que ofrece unas vistas muy bonitas. Aquí el lago ha inundado Cromwell Gorge, la garganta excavada por el río Clutha que quedó cubierta por el agua al construirse la presa de Clyde. Por lo visto esta zona cuenta con un microclima que hace que los veranos sean muy secos y calurosos, siendo esta la región con menos precipitación anual del país: de ahí la construcción de la presa. Sí que es fácil apreciar la diferencia en el paisaje. Es más árido, la vegetación es escasa y no hay apenas árboles.

Ya en Clyde, damos un paseo por el centro histórico. La mayoría de edificios del siglo XIX que se conservan se concentran en el extremo norte del pueblo, en torno a las calles Sunderland, Holloway y Miners Lane. Aquí os dejamos el enlace a la web oficial de Clyde, con información sobre todo lo que se puede ver y hacer en la población, así como sobre su pasado minero.

Nos llama la atención la cantidad negocios que hay relacionados con el ciclismo o con claras referencias a este deporte. Resulta que Clyde es el punto de partida de una popular ruta ciclista: la Otago Central Rail Trail. El recorrido, de 152 km, une las poblaciones de Clyde y Middlemarch. Aquí tenéis toda la información sobre la ruta, por si os animáis a alquilar una bici y a recorrer un tramo o la totalidad del recorrido.

Kawarau Gorge: el sitio ideal para los amantes de las emociones fuertes

Abandonamos Clyde y desandamos el camino hasta Cromwell por la SH8. Allí tomamos la SH6 en dirección a Queenstown, la autoproclamada «capital mundial del deporte de aventura«. Antes de llegar a Queenstown nos vamos a desviar hacia Arrowtown, el último pueblo minero que vamos a visitar hoy.

De los 46 km que hay entre Cromwell y Arrowtown, los primeros 25 atraviesan un paisaje precioso a través de Kawarau Gorge. La carretera va pegada al río Kawarau, que ha ido excavando esta garganta en la roca. Si os gustan los deportes extremos y queréis descargar un poco de adrenalina, esta zona es perfecta para ello. Una de las actividades más populares es el jet boating. En una de las paradas que hicimos para admirar las vistas vimos una empresa que ofrece este servicio, aquí tenéis más información. En el mismo lugar también hay la posibilidad de pasar un rato buscando oro en una recreación de una mina de oro. Os dejamos el enlace a su página web.

Otra actividad que se puede practicar es el puenting. Y si además se puede hacer en un lugar emblemático, mejor que mejor. Fue en el Kawarau Gorge Suspension Bridge, que data de 1880, donde se instaló de forma permanente la primera plataforma de salto, algo que contribuyó a popularizar el puenting y lo convirtió en un deporte comercial. Si estáis interesados en lanzaros al vacío, esta es la empresa que ofrece esta experiencia solo apta para valientes.

Arrowtown: un pueblo minero con un importante legado histórico

Por su gran proximidad a Queenstown, el pueblo de Arrowtown es una gran atracción turística. Eso tiene un gran inconveniente: la masificación. Sin embargo, es tan bonito que merece la pena visitarlo pese a ello.

Arrowtown
Arrowtown

El centro histórico se encuentra en un extremo de Arrowtown. La calle Buckingham es su arteria principal, con bonitas casas del siglo XIX perfectamente conservadas. Las dos calles paralelas a esta, Arrow Lane y Ramshaw Lane, también son preciosas. Hay tiendas de todo tipo, restaurantes y cafeterías. También hay un museo que no visitamos, el Lakes District Museum & Gallery. Aquí podéis consultar su web, por si os interesa.

Arrowtown
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Una visita a Arrowtown Chinese Settlement

Encantados con lo bonito que nos está pareciendo Arrowtown, vamos ahora a visitar el antiguo asentamiento chino, el Arrowtown Chinese Settlement, a tan solo un par de minutos a pie calle Buckingham abajo. Esta visita es muy interesante, ya que permite conocer cómo era la vida de los inmigrantes chinos que se instalaron aquí, principalmente entre las décadas de 1860 y 1880, en busca de oro en el río Arrow.

Arrowtown
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A través de una serie de paneles informativos aprendemos que unos 8.000 chinos llegaron a esta zona, la mayoría provenientes de la provincia cantonesa de Guangdong. Su objetivo principal no era establecerse en Nueva Zelanda de forma permanente, sino ahorrar dinero para poder regresar a su hogar y, así, sacar a sus familias de la pobreza.

Arrowtown
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Su vida en Arrowtown fue cualquier cosa menos sencilla. Los duros inviernos, las difíciles condiciones de vida y, especialmente, el racismo con el que fueron recibidos a medida que iba aumentando la cantidad de inmigrantes, no les puso las cosas fáciles.

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Gracias a una excavación arqueológica llevada a cabo en 1983 se pudo reconstruir este asentamiento. Pequeñas chozas y cabañas, a las cuales se puede entrar, muestran cómo vivían y como era el día a día de estos hombres, que solo buscaban un futuro mejor para los suyos. Algunos lo lograron, pero tristemente muchos otros no.

Arrowtown
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Teniendo en cuenta la estrecha relación entre China y Nueva Zelanda en asentamientos mineros como este, no nos extraña ver una gran cantidad de turistas chinos visitando Arrowtown. Quién sabe si algunos de ellos tuvieron un antepasado viviendo y trabajando aquí. A nosotros nos ha parecido una visita muy enriquecedora que no podemos dejar de recomendar. Con ella ponemos fin a nuestro recorrido por estos tres pueblos mineros que hemos conocido hoy y nos dirigimos hacia Queenstown, la siguiente etapa del viaje.

Una respuesta a “Arrowtown, Cromwell y Clyde”

  1. […] nuestra visita al cercano pueblo minero de Arrowtown, nos dirigimos ahora hacia Queenstown y Glenorchy. Situada a orillas del lago Wakatipu, Queenstown […]

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