A tan solo 25 km de la ciudad de Alguer se encuentra la espectacular cueva conocida como Gruta de Neptuno (Grotta di Nettuno en italiano). En su interior, un lago de agua salada y cientos de estalactitas y estalagmitas dejan a más de un visitante con la boca abierta. A la gruta se puede acceder a pie o por mar, pero independientemente de cómo se llegue hasta ella, la Gruta de Neptuno merece una visita. Os contamos más a continuación.
Una gruta al pie de un acantilado
La Gruta de Neptuno se encuentra en el extremo sur de Capo Caccia, al oeste de Alguer. Este promontorio rocoso forma parte del Parque Natural Regional de Porto Conte, mientras que las aguas que lo rodean constituyen un área marina protegida. Aquí encontraréis más información sobre todo lo que podéis ver y hacer en el parque, por si queréis complementar la visita a la gruta con una exploración más a fondo de los alrededores.
El Capo Caccia está formado por roca caliza que, mediante un proceso de erosión kárstica, ha dado lugar a la formación de multitud de cuevas, muchas de ellas submarinas. El agua de lluvia cargada de dióxido de carbono disuelve el carbonato cálcico de la roca caliza a medida que se va infiltrando por grietas y fisuras. Con el paso del tiempo, esas grietas se van haciendo más y más grandes, hasta terminar formando una red de cuevas y galerías.
Este fenómeno da lugar también a la formación de estalactitas y estalagmitas. Cuando el agua filtrada a través de las grietas se evapora, las sales de bicarbonato cálcico que contiene se depositan y terminan cristalizando. Es un proceso muy lento, que requiere de varios miles de años. Gota a gota las estalactitas y estalagmitas van creciendo y terminan por formar auténticas maravillas subterráneas como la Gruta de Neptuno.
Cómo visitar la Gruta de Neptuno
Hay que tener varias cosas en cuenta a la hora de planificar una visita a la Gruta de Neptuno. Lo primero que hay que decidir es si se quiere acceder a pie o en barco. El acceso a pie implica tener que bajar (y luego subir) 654 escalones a través de una escalera pegada a la pared del acantilado que salva un desnivel de 110 metros. La bajada es fácil, pero la subida ya es harina de otro costal.
Si no podéis (o no queréis) acceder a pie, tenéis la opción de hacerlo en barco. Las salidas se realizan desde el puerto de Alguer o desde la cercana Cala Dragunara. En la web oficial de la Gruta de Neptuno hay más información sobre esta opción. Hay dos empresas que ofrecen este servicio: Navisarda y Frecce delle Grotte. Los precios son similares en ambas: 15 o 16€ por adulto y 8€ por niño. Importante: este precio no incluye el ticket de entrada a la gruta, solo incluye el transporte hasta allí. Tendréis que sumarle el precio del ticket, que es de 14€ por adulto y 10€ para niños entre 7 y 14 años (menores de 7 años gratis).
Mejor reservar con antelación
Otra cosa importante a tener en cuenta es que conviene reservar con antelación la fecha y hora de la visita. Si habéis reservado la entrada y accedéis a pie, debéis llegar 40 minutos antes de la hora que hayáis elegido, para hacer el check-in en la taquilla y tener tiempo de bajar las escaleras hasta la cueva. Si no habéis hecho ninguna reserva, os tocará cruzar los dedos y confiar en que haya alguna plaza disponible.
Nosotros no llevábamos reserva y tuvimos la enorme suerte de que hubiera varias plazas libres para la visita de las 11:00 horas. En la taquilla nos advirtieron que hasta las 14:00 horas no había ninguna plaza libre y nos recomendaron reservar online para esa hora o esperar a ver si había alguna baja en el siguiente grupo. Por lo visto, es normal que algunas personas que han reservado con antelación terminen por no presentarse o lleguen tarde, así que los que no han hecho reserva pueden ocupar las plazas libres. Eso fue lo que hicimos nosotros. No obstante, si realmente tenéis muchas ganas de visitar la Gruta de Neptuno, os recomendamos encarecidamente que reservéis y no lo dejéis en manos del azar.
L’Escala del Cabirol
L’Escala del Cabirol (Escalera del Corzo en castellano) es el nombre en catalán de la escalera que permite acceder a pie a la Gruta de Neptuno. No olvidemos que durante un tiempo Cerdeña perteneció a la Corona de Aragón y en la zona de Alguer se habla catalán (aunque en la actualidad el uso de esta lengua sea muy minoritario).
Hasta su inauguración en 1954, la única forma de acceder a la gruta era por mar. Sus 654 escalones suponen un vertiginoso descenso hasta la entrada de la cueva. Llevad calzado adecuado, mucha agua, una gorra y protector solar, porque a partir de media mañana el sol pega fuerte y no hay sombra bajo la que resguardarse.
Accediendo a la Gruta de Neptuno
La Gruta de Neptuno no se puede visitar por libre, solo mediante visita guiada. Una vez lleguéis a la entrada, habrá que esperar a que sea la hora. Las visitas son a cada hora en punto, la primera a las 9:00 de la mañana y el último acceso es a las 18:00. Mientras esperáis, es probable que llegue algún barco cargado de gente. El desembarco se hace directamente en la boca de la cueva, pero solo si las condiciones del mar lo permiten.
Nosotros vimos llegar un barco que tuvo que dar media vuelta y marcharse por donde había venido, porque las olas eran demasiado fuertes como para atracar de forma segura. Luego, una vez finalizada la visita, vimos que cerraban las taquillas e informaban a los que esperaban para comprar sus entradas que cerraban la gruta por motivos de seguridad, ya que el oleaje había ido a más y el agua estaba entrando en la cueva.
Una gruta repleta de estalactitas y estalagmitas
Aunque la Gruta de Neptuno es mucho más grande (unos 2,5 km aproximadamente), solo se recorren unos pocos cientos de metros durante la visita guiada. Está totalmente prohibido tocar las formaciones calcáreas, evidentemente. Un sendero un tanto resbaladizo se adentra en la gruta y conduce directamente a una gran sala que alberga un lago salado en su interior, el Lago La Marmora.
Algunos focos iluminan el espacio, haciendo resaltar algunas de las formaciones de estalactitas y estalagmitas más llamativas. El techo de la gruta llega a alcanzar los 18 metros de altura en el punto más algo. Varias formaciones calcáreas destacan entre las demás, como el Árbol de Navidad o El Órgano. La visita termina en la Tribuna de la Música, desde donde se tiene una vista panorámica excelente de la Gruta de Neptuno.
Es una lástima que las fotos que hicimos no hagan justicia a la belleza de la gruta, pero os aseguramos que la visita merece la pena.
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