A nuestro paso por el este de Cerdeña tuvimos ocasión de disfrutar del espectacular paisaje de la región del Golfo de Orosei, donde las agrestes montañas del Supramonte se encuentran con el mar, dando lugar a uno de los tramos de costa más bonitos y salvajes de la isla. La falta de tiempo hizo que tuviéramos que acortar bastante nuestra estancia en esta zona, pero la aprovechamos lo mejor que pudimos. Aunque acceder a algunas de las calas más bonitas del Golfo de Orosei solo es posible en barca o mediante una extenuante (y a veces complicada) ruta de senderismo, pudimos disfrutar de un día de playa magnífico en Pedra Longa, un lugar al que se puede llegar fácilmente en coche. También nos acercamos hasta el tranquilo pueblo de Baunei, que no tiene mucho que ofrecer pero supone un contraste agradable por su ambiente marcadamente rural.
Parque Nacional del Golfo de Orosei
Este parque nacional, el más grande Cerdeña, cuenta con unas playas de ensueño bañadas por unas aguas de color turquesa increíbles. La única pega es que, al ser una zona montañosa, esas playas y calas pequeñitas suelen estar al pie de grandes acantilados. El acceso a algunas de ellas solo es posible por mar. A otras se puede llegar a pie, pero solo después de caminar durante varios kilómetros y con un desnivel que puede ser considerable. También cabe mencionar que en verano estas calas suelen estar abarrotadas de gente, porque son realmente pequeñas. Así que olvidaos de las imágenes idílicas que veréis por internet porque, a no ser que madruguéis mucho, lo más probable es terminar como sardinas en lata y sin espacio donde extender la toalla.
Si elegís la opción más sencilla (aunque mucho más cara), hay montones de empresas que ofrecen excursiones en barca con tiempo libre para nadar en algunas de las calas más bonitas. Aquí os dejamos el enlace a la que le echamos el ojo en caso de que finalmente nos hubiéramos decidido a hacer la excursión. También se alquilan pequeñas embarcaciones para ir por libre. La mayoría tienen como punto de partida las poblaciones de Cala Gonone y Santa Maria Navarrese. Las calas más famosas del Golfo de Orosei son Cala Goloritze, Cala Mariolu, Cala Luna, Cala Biriola y Cala Gabbiani. También hay algunas grutas que se pueden visitar, como la Grotta del Bue Marino o la Grotta del Fico.
Cala de Pedra Longa: el lugar ideal para practicar snorkel
Pedra Longa es el nombre de un espectacular monolito rocoso que se alza al sur del Golfo de Orosei, cerca de Santa Maria Navarrese, Baunei y Lotzorai (población en la que nos alojamos). Después de descartar la opción de pagar un dineral para pasar el día navegando de cala en cala por el Golfo de Orosei (aunque nos hubiera encantado, todo hay que decirlo), elegimos la pequeñísima cala de Pedra Longa para disfrutar de una mañana en el mar.
Para llegar a Pedra Longa tan solo hay que seguir la estrecha y sinuosa carretera que lleva hasta allí. Hay zona de aparcamiento, pero se llena pronto. Os recomendamos madrugar y estar allí a primera hora de la mañana, porque hacia el mediodía puede que lo encontréis todo lleno. Llevad escarpines o algún calzado adecuado para el baño, porque en la cala de Pedra Longa no hay ni pizca de arena, todo es roca. No se trata de la típica cala donde uno va a tumbarse y a tomar el sol, sino que es ideal para bucear o hacer snorkel por la cantidad de peces que hay.
Escaladores y cabras en Pedra Longa
Cuando llegamos a Pedra Longa no son aún las 8 de la mañana. Antes de bajar a la cala (el sendero está al lado de un pequeño restaurante, el único edificio que hay por los alrededores) nos acercamos hasta la roca que da nombre a la cala. Es un monolito de roca muy apreciado por los escaladores, como comprobaremos más tarde cuando veamos a varios de ellos trepando por las paredes verticales de piedra.
Para nuestra sorpresa, unas cabras aparecen de la nada y se meten por un caminito que lleva a una agradable zona de picnic, con varias mesas a la sombra de los árboles. Llevan cencerro, así que no son cabras salvajes sino que pertenecen a algún pastor de la zona. Sabemos que la cercana población de Baunei, a la que iremos más tarde, se dedica principalmente al pastoreo y que allí se hacen unos quesos de cabra deliciosos, así que tiene lógica encontrarnos a estos simpáticos animalitos por aquí.
Una cala de ensueño
Unas escaleras nos llevan directamente a la cala de Pedra Longa. Como hemos comentado, se trata de un rinconcito pequeño y rocoso. Cuando llegamos la tenemos para nosotros solos, así que podemos elegir el mejor lugar para instalarnos. No hay apenas ninguna superficie plana en la que ponerse, así que elegimos una roca grande y cómoda desde la que tenemos unas vistas estupendas.
Poco a poco irá llegando más gente, pero durante la primera media hora no hay absolutamente nadie y nos sumergimos a solas en esta especie de piscina natural. El entorno es magnífico y la cantidad de peces que se congregan aquí es asombrosa. Cuando ya llevamos un rato en el agua, de repente Marta nota un dolor repentino en una pierna. Es un dolor agudo, como un calambrazo. Aunque no hemos visto ninguna medusa, está claro que se trata de una picadura de uno de estos animales. Por suerte, el dolor dura poco rato y no tiene mayores consecuencias.
Cuidado con las medusas
Es entonces, como por arte de magia, que docenas y docenas de medusas hacen su aparición. Identificamos al menos tres especies diferentes, todas ellas muy bonitas pero de las que es mejor mantenerse alejados. No somos las únicas víctimas, ya que varias personas más sufren también sus picaduras. Eso no impide a nadie seguir nadando y buceando, ya que con las gafas de snorkel se ve perfectamente dónde están y podemos esquivarlas. Algunas personas se dedican a “pescarlas” y las sacan del agua, pero hay tantas que parece una misión imposible librarse de ellas. Además, tampoco nos gusta la idea de matarlas. Al fin y al cabo, ellas están allí tranquilamente en su hábitat y somos nosotros los que estamos molestándolas. Sea por el motivo que sea, al cabo de un par de horas la mayoría de medusas se han marchado, no sabemos a dónde las habrá llevado la corriente.
Para los más aventureros existe la posibilidad de hacer una excursión en kayak por la costa. Al llegar hemos visto varios kayaks entre las rocas y un cartel informando de los precios. Varias personas han alquilado uno y el dueño del negocio les ayuda a montarse y les da cuatro indicaciones antes de que se marchen remando en dirección norte, hacia las playas del Golfo de Orosei.
Cerca del mediodía decidimos que ha llegado el momento de marcharnos. Está empezando a llegar mucha más gente y nos alegramos mucho de haber madrugado y haber podido disfrutar del silencio y la tranquilidad de este bonito lugar a solas durante un rato.
Una rápida visita a Baunei
De Pedra Longa nos dirigimos a Baunei, un pueblecito encaramado en las montañas cercanas. No se trata de una visita imprescindible, pero tenemos tiempo de sobra y queremos parar a comer algo en algún lado, así que nos dirigimos hacia allí a ver qué encontramos.
El pueblo es pequeñito y no tiene grandes alicientes. Damos un paseo por los alrededores de la iglesia y comprobamos que el museo etnográfico que hay en la plaza está cerrado en este momento. La calle principal, por donde pasa la carretera, es estrecha y no hay apenas acera, así que tenemos que ir esquivando coches. Nos sorprende la cantidad de tráfico que hay para lo pequeño que es Baunei.
Aprovechamos para entrar a echar un vistazo a una famosa quesería de la zona, Crabas Formaggi. No solo elaboran quesos, sino que sus yogures están deliciosos.
En nuestra búsqueda de un lugar para comer encontramos un local de comida para llevar (también cuenta con varias mesas para comer allí) llamado MurMè Take Away que tiene buena pinta. Además de bocadillos fríos y calientes, también ofrecen ensaladas y platos típicos como culurgiones (los de mantequilla y salvia están para chuparse los dedos), malloredus, fregola o ladeddos.
Terminamos de dar una vuelta por Baunei pero la verdad es que, exceptuando un par de rincones, no tiene prácticamente ningún encanto. No es un lugar que merezca una visita expresa, sino más bien un lugar de paso en el que parar si sobra algo de tiempo.
Mucho más interesante será la visita a otro pueblo de la zona, Orgosolo, del que os hablaremos en el siguiente post.
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