Conducir por Nueva Zelanda

Conducir por Nueva Zelanda

Al preparar este viaje, una de las cosas que más nos preocupaba era todo lo relacionado con conducir por Nueva Zelanda. Como ex-colonia británica, en Nueva Zelanda se conduce por la izquierda. Eso era algo que nos daba un poco de miedo porque nunca antes lo habíamos hecho. Os aseguramos que es mucho más sencillo de lo que parece. En este post vamos a resolver las principales dudas que os podáis plantear sobre este tema y cualquier otro relacionado con conducir por Nueva Zelanda. Como resumen os diremos que no hay nada de qué preocuparse, es todo muy fácil y en pocos lugares hemos circulado más tranquilos y a gusto que por Nueva Zelanda.

En Nueva Zelanda se hace absolutamente imprescindible contar con un vehículo para desplazarse. El transporte público es inexistente o poco eficiente y las distancias entre los distintos lugares que visitar son grandes. Así que, sí o sí, no os va a quedar más remedio que conducir por Nueva Zelanda. Recordad que necesitaréis llevar encima vuestro carnet de conducir internacional. Aquí tenéis más información sobre cómo obtener el vuestro.

Conducir por Nueva Zelanda: mucho más sencillo de lo que parece

En Nueva Zelanda se conduce muy bien. Por norma general los conductores son respetuosos, no cometen imprudencias y cumplen con las normas de tráfico. Excepto en las grandes ciudades como Wellington o Auckland, donde el tráfico es infernal y se pueden formar unos atascos monumentales, en el resto del país el tráfico es escaso.

Una solitaria carretera secundaria.

Conducir por Nueva Zelanda también es sencillo gracias al buen estado de las carreteras. Hay muy pocas autovías y autopistas, y los peajes son inexistentes excepto en algunos tramos muy concretos, aunque siempre hay alternativas gratuitas. Vamos, que no vais a tener que pagar ni un céntimo por circular por las carreteras neozelandesas. La mayoría de carreteras son de doble sentido, con un solo carril en cada uno de ellos. Incluso las carreteras secundarias sin asfaltar suelen estar en buenas condiciones, aunque en caso de lluvias intensas se embarran fácilmente.

Yendo por carreteras secundarias vuestro vehículo puede acabar cubierto de polvo. Siempre podéis decorarlo con un kiwi, como hizo alguien con este coche.

Como la mayoría de carreteras son estrechas y suele haber muchas curvas, el límite de velocidad es bastante bajo. Fijaos en los carteles y no lo sobrepaséis si no queréis llevaros una multa de recuerdo. Aunque las distancias puedan parecer cortas, lo normal es tardar bastante más de lo esperado. Calculad siempre un tiempo extra para los desplazamientos. Tampoco es un problema, porque los paisajes que vais a ver son tan bonitos que merece la pena ir despacio. Por cierto, si queréis parar a hacer fotos o estirar las piernas, hacedlo solo en los apartaderos habilitados para ello.

Conduciendo bajo la lluvia en Nueva Zelanda.

Aprendiendo a conducir por la izquierda

Conducir por Nueva Zelanda es muy fácil pero requiere de un breve periodo de adaptación. A no ser que ya hayáis conducido antes por la izquierda, a los principiantes os llevará un par de días hacerlo de forma totalmente natural. Ese primer momento al salir de la agencia de alquiler de coches es el que más miedo da. Tendréis todos vuestros sentidos puestos en la conducción y seréis tan conscientes de ello que es difícil que os despistéis y acabéis en el carril equivocado. La labor del copiloto va a ser fundamental en esos primeros momentos.

Un recordatorio por si se os olvida que hay que conducir por la izquierda.

Lo más complicado y lo que requiere prestar más atención son las rotondas y los cruces, pero pronto se le pilla el tranquillo. Irónicamente, los momentos de mayor riesgo para vuestra integridad física los correréis como peatones. Mucho cuidado al ir a cruzar una calle, porque os equivocaréis y miraréis hacia el lado que no es. El peligro de que os atropellen es muy real, así que andaos con ojo.

Siempre atentos en la carretera

El momento más peligroso no será durante este primer trayecto en coche. En nuestro caso sucedió al día siguiente de nuestra llegada, tras pasar nuestra primera noche en Nueva Zelanda. Salimos del primer camping en el que nos alojamos y cuando ya llevábamos varios minutos circulando nos dimos cuenta de que íbamos por el carril de la derecha. Menos mal que era muy temprano por la mañana y se trataba de una carretera muy poco transitada, porque si nos llegamos a topar con un coche al tomar una curva nos lo comemos de frente. Son estos momentos en los que hacemos las cosas por pura inercia los más peligrosos. El hecho de que haya más vehículos en la carretera también os será de ayuda, ya que evitará este tipo de despistes porque os servirán de referencia.

Para que os vayáis acostumbrando a conducir por la izquierda en los días previos a vuestro viaje, os recomendamos que utilicéis el street view de Google Maps. Una buena idea es localizar el punto de recogida de vuestro vehículo de alquiler. Cambiáis a street view y a conducir se ha dicho. Es como usar un simulador. Podréis familiarizaros con las rotondas, los cruces y los accesos a las carreteras. Puede parecer una tontería, pero os aseguramos que ayuda bastante.

Pequeñas diferencias a tener en cuenta al conducir por Nueva Zelanda

Lo de conducir por la derecha tiene algunas peculiaridades. En general, todo se hace al contrario. El carril rápido es el de la derecha y hay que circular por el de la izquierda excepto para adelantar. Se adelanta por la derecha, evidentemente, y en las carreteras las salidas están a la izquierda. En los cruces en los que no hay semáforo, los coches que tienen prioridad son los que vienen por la derecha y aquellos que tengamos de frente y vayan a girar a su derecha.

En los coches el volante está a la derecha. Seguramente vuestro vehículo tendrá cambio de marchas automático. Os recomendamos que, en caso de poder elegir en la agencia de alquiler, os decantéis por esta opción. Os facilitará mucho las cosas, ya que solo tendréis que estar pendientes de la conducción. Sobre lo sencillo que es conducir un coche automático tenemos un post que podéis leer aquí. Si tenéis que conducir con cambio manual, la palanca de cambios os quedará a la izquierda y os tendréis que acostumbrar a usar esa mano para cambiar de marchas. Además, por lo que tenemos entendido los movimientos de la palanca de cambios también serán a la inversa de los habituales. Nos parece demasiado para principiantes, así que un coche automático es lo mejor.

Todo al revés dentro del coche

Dentro del coche también tendréis que acostumbraros a algunas pequeñas diferencias. Los indicadores como los intermitentes y el limpiaparabrisas estarán en el lado contrario al habitual. No sabéis la de veces que activamos el limpiaparabrisas en vez de poner el intermitente hasta que nos acostumbramos. Casi tantas veces como las que nos equivocamos de puerta al montarnos en el coche y tuvimos que salir e intercambiar asientos, como dos tontos. En nuestro vehículo (no sabemos si es algo habitual o solo del modelo que alquilamos) el freno de mano estaba a la derecha del conductor, entre el asiento y la puerta. Pero tranquilos, que las cosas importantes (como los pedales del freno y el acelerador) funcionan igual que en España y no están intercambiados.

Ahorrando en gasolina

En Nueva Zelanda la gasolina es más cara que en España. Tal como os comentamos al desglosaros nuestro presupuesto de viaje, el precio por litro más barato nos salió a 2,069$ (1,21€), mientras que el más caro nos costó 2,489$ (1,46€). Una buena forma de ahorrar son las tarjetas de descuento que ofrecen algunas cadenas de gasolineras. No hace falta ser residente en Nueva Zelanda para obtener una, tampoco piden datos personales y son totalmente gratuitas. Simplemente tendréis que mostrarla al ir a pagar y os aplicarán el descuento correspondiente. Nosotros nos hicimos con una en una gasolinera Mobil. No la usamos demasiado porque no siempre repostamos en gasolineras de esta cadena, pero cualquier ahorro es bienvenido durante un viaje.

Cuidado con los accidentes

Aunque las probabilidades de sufrir un accidente de tráfico en Nueva Zelanda son pocas, es un riesgo que hay que valorar. Cuando alquiléis un vehículo siempre irá incluido un seguro básico a terceros. También os ofrecerán seguros adicionales que os protegerán en caso de cualquier incidente, ya sea una abolladura en el guardabarros o un cristal roto. Podéis prescindir de estos seguros adicionales y asumir el pago de un importe máximo en caso de cualquier desperfecto. Nosotros siempre corremos el riesgo y nunca hemos tenido ningún problema, pero no es algo que os queramos recomendar.

Una peculiaridad acerca de conducir por Nueva Zelanda es que no es obligatorio tener el coche asegurado. Muchos neozelandeses carecen de él. Otro dato interesante es que existe algo llamado ACC (Accident Compensation Corporation), que cubre incluso a los turistas extranjeros en caso de accidente.

Para evitar accidentes es muy importante circular con cuidado al amanecer y cuando ya ha oscurecido, especialmente en zonas rurales. El motivo no es otro que los animales que se os pueden cruzar sin avisar. En ningún otro lugar al que hayamos viajado hemos visto tantos animales atropellados en las cunetas de las carreteras. Algunos son atropellados a propósito (las odiadas zarigüeyas o possums) y otros por accidente, pero el riesgo es muy real.

Lo más habitual es cruzarse con animales más pequeños, pero en las carreteras neozelandesas os podéis encontrar de todo.

Qué hacer en caso de avería

La mayoría de viajes terminan sin ningún incidente. Pero hay veces en las que el coche de alquiler no quiere colaborar y se avería. Este fue nuestro caso durante nuestro viaje a Nueva Zelanda. Ante todo, no hay que perder la calma. Aunque algo así puede dar al traste con nuestros planes para ese día o alterar nuestra ruta irremediablemente, de nada sirve perder los nervios. De todo se aprende, aunque en esos momentos de tensión no seamos capaces de verlo.

Rodeados de este bonito paisaje nos dejó tirados la batería del coche. Tuvimos que esperar varias horas hasta que pasó alguien que nos pudo ayudar.

Lo primero y más importante es llamar a la agencia de alquiler de coches. Al recoger vuestro vehículo os habrán entregado, junto al resto de la documentación, el teléfono al que debéis llamar en estos casos. Ellos os indicarán los pasos a seguir, a que taller mecánico podéis acudir o se ocuparán de mandaros ayuda o una grúa. Si os derivan a un taller mecánico para cualquier reparación, puede pasar que tengáis que pagar vosotros los costes en un primer momento. En teoría la agencia os devolverá luego el dinero, dependiendo de las condiciones del alquiler que hayáis firmado (leed siempre bien la letra pequeña para evitar sorpresas desagradables). Guardad siempre cualquier factura porque os la pedirán.

En el taller por culpa de la batería del coche.

Los neozelandeses son gente muy amable que no dudarán en ayudaros si ven que os habéis quedado tirados en la carretera. Siempre hay algún espabilado o insolidario con el que quizá tengáis la mala suerte de cruzaros, pero por cada uno de esos encontrareis una docena dispuestos a echaros una mano sin pedir nada a cambio.

Esperamos que este post os haya servido para disipar cualquier duda o miedo que os estuviera planteando el hecho de tener que conducir por Nueva Zelanda. Ya veis que es fácil y seguro, y poder recorrer este maravilloso país a vuestro aire es una experiencia insuperable.

En ningún otro lugar del mundo encontraréis una señal de tráfico como esta.

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